miércoles, 31 de agosto de 2016

Historias de perforaciones - Bitácora 5

Hoy tuve un hermoso sueño en el que iba a hacerme un tatuaje por fin. Me hacia una jaula y un pajarito, como la escena del juego de Bioshock Infinite donde te dan a elegir entre dos gargantillas.


Ya que hablamos de modificaciones corporales, les voy a contar una historia bastante patética. Ademas de las perforaciones que me hizo mi madre cuando era bebe, las típicas para colgar aretes, nunca me había hecho otra perforación. Este año con una amiga decidimos hacernos dos mas en el lóbulo de la oreja, osea 3 en una. Fuimos, nos lo hicimos, estuvimos lloriqueando un largo rato antes de hacerlo porque iba a doler, nos grabamos, nos reímos como niñas pequeñas y nos sentimos super badass. Resulta que mi amiga tiene una alergia terrible a cualquier tipo de joya que no sea de plata, y a pesar de que los pendientes eran de acero quirúrgico, la oreja se le hincho de manera terrible y tuvo que quitárselos.

Al siguiente mes de la liberación de expresión corporal no homo que tuvimos, decidí hacerme un piercing en el ombligo, algo que desde que tengo 15 años mas o menos me parece super sexy y bonito pero no me animaba a hacérmelo porque pensaba que lo sensual no era para mi. Pero soy una mujer fuerte e independiente y por dios que iba a hacerme el maldito piercing algún día de mi vida. Así que termine yendo a un local super fancy del centro a hacérmelo, fui con esa misma amiga, y mi novio que llego tarde y se perdió la carnicería. Me dolió como la grandisima puta, pero estaba super feliz porque por fin había traspasado mis propias... eh... fronteras de no ser sensual y eroticamente atractiva.

Esto fue a finales de marzo creo. Los primeros tres meses transcurrieron bien, había leído que este tipo de piercing podía tardar entre 6 y 12 meses en curar así que no tenia ningún tipo de apuro, de todos modos ni uso ropa que muestre la barriga así que nadie nunca va a verlo a excepción de mi novio y los que vayan a la playa conmigo, un día lo golpee con la mano cambiándome y le di un tirón muy fuerte. Al siguiente día me salio una bola roja debajo de la bola grande. Ese fue el principio del apocalipsis.
En fin, fui al local, me dieron una crema antibiótica y que me lavara 3 veces por día, blablabla, el tema es que los antibióticos no se pueden utilizar por mas de 10 días seguidos, así que mientras duraban los 10 días el piercing avanzaba, luego la semana en la que paraba me salia pus, me ardía, etc, en un momento la bola roja se fue pero volvió a la semana, y así me tiene ahora.

Este domingo fue el décimo día en que me puse la pomada así que ahora me toca esperar hasta el próximo domingo, aunque ahora esta bien, no me arde ni me sale pus, y la cosa roja ahora mismo se fue, pero sigue enrojecido. Debería ponerle un nombre, como Andromeda, o Tobias, no se.

Antes de hacérmelo pensaba "oh, que idiota esa gente que no se cuida el piercing y se le infecta, son unos palurdos" y bueno, hola.

No creo que vuelva a hacerme un piercing, pues porque no hay realmente otros piercing que me gusten aparte del ombligo y las orejas, pero ademas porque no quiero volver a pasar por esto. Espero no tener tantos problemas con los tatuajes, porque los tatuajes me encantan, me gustaría llenarme el cuerpo entero si pudiera. Pero el problema es que no hay plata para hacerlo.

Asi que niños, la moraleja del cuento es... que no se perforen un carajo. Son hermosos como son. Chau.

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